Todos recordamos a esos grandes maestros que enseñan con compasión.

Su compasión genera nuevas formas creativas de enseñar a la próxima generación de estudiantes. Mis recuerdos eran de rimas como "I antes de E excepto después de C", que todavía uso hoy. Durante el año 1990, presté servicio durante dos mandatos como comisionado de niños de la ciudad de Chula Vista y me convertí en el fundador de una organización sin fines de lucro que ayudaba a niños de bajo costo. Ambos puestos estaban involucrados con el cuidado y la educación de los niños. Empecé a atender esa misma necesidad en el ministerio de niños enseñando la Biblia a través de canciones infantiles y versiones de poesía. Ese mismo método en el que me enseñaron lo reintroduje para que los niños recordaran la historia de Jesucristo.

 

Esperamos que descubra que esta es una lectura divertida y alentadora para sus hijos o el ministerio de la iglesia. Debemos enseñar a los niños todo lo bueno para su futuro y permitirles elegir su camino.